Proponen el nombre de la polaca encarnada por “La China” Suárez para una estación de subte

La Legislatura quiere homenajear a Raquel Liberman, quien se hizo popular tras la interpretación de la actriz en la tira «Argentina, tierra de amor y venganza».

La estación de subte «Callao» de la línea D podría pasar a llamarse también «Raquel Liberman», de acuerdo a una ley sancionada por la Legislatura porteña, en homenaje a la joven polaca que llegó a la Argentina como inmigrante y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la trata. Liberman fue quien denunció, en 1929, a una red que explotaba a mujeres.

Los legisladores porteños, en rigor, dieron una primera sanción al cambio de nombre impulsado por Patricia Vischi, del bloque Evolución, en recuerdo de Liberman, la mujer que sirvió de inspiración al personaje de Eugenia «China» Suárez (Raquel Zimmerman) en «Argentina, tierra de amor y venganza» (ATAV), que retrata la explotación sexual a la que fueron sometidas inmigrantes que arribaban al país durante las primera décadas del siglo XX.

«Ella, a quien llamaban ‘La Polaca’ como a tantas otras prostitutas rubias sometidas por proxenetas, decide denunciar en 1929 a sus explotadores, y esa actitud valiente permitió desbaratar por primera vez en el país una red de proxenetas con ramificaciones internacionales», recordó Vischi.

Según sostuvo, esa denuncia «puso el tema de la trata en la consideración de la opinión pública y, en consecuencia, en 1935 la Municipalidad de Buenos Aires decretó la clausura de todos los prostíbulos».

La trágica historia

Según detalló la parlamentaria en los fundamentos de su proyecto: Raquel Liberman (Ruchla Laja Liberman) nació en la Ciudad de Berdychiv, actual Ucrania, el 10 de julio de 1900. Su familia, pobre y numerosa, emigró a la ciudad de Varsovia, en Polonia, en busca de mejores oportunidades. Se casó en 1929 con Yaacov Ferber, con el que tuvo dos hijos.

En 1921 Ferber emigra a la Argentina en busca de trabajo y poco tiempo después, Raquel y sus dos hijos se trasladan a nuestro país para reunirse todos juntos en la localidad de Tapalque, en la provincia de Buenos Aires.

En 1923, Yaacov Ferber muere a causa de la tuberculosis y Raquel Liberman debe trasladarse a la Ciudad de Buenos Aires en busca de trabajo. Allí fue captada por la red de trata.

En algún momento de su terrible historia, y fuera de la red que la explotaba, Raquel tuvo un comercio en la Avenida Callao al 500. Sin embargo, la historia relata que al ser detectada por la ZWI MIGDAL, la organización que la explotaba sexualmente, esta envió a un hombre que logró engañarla, casarse con ella, robar todos sus ahorros e intentar nuevamente someterla al ejercicio de la prostitución.

Es en ese momento cuando Raquel Liberman decide denunciar en 1929 a las personas que la habían sometido e intentaban someterla nuevamente, iniciándose de esta manera la primera gran investigación contra las redes de trata de mujeres en Argentina, cayendo a partir de allí la ZWI MIGDAL, encabezada por Noe Trauman.

Antes de que Raquel Liberman contara su verdad ante el comisario Julio Alsogaray, en diciembre de 1929, unas 150 mujeres ya habían denunciado ser víctimas de trata, sin embargo, nunca se les había dado importancia.

Un juez valiente de la época, Manuel Rodríguez Ocampo, tomó la denuncia de Raquel Liberman, investigó y encarceló 108 proxenetas y ordenó la captura internacional de 334 prófugos.

El 7 de abril de 1935, Raquel Liberman fallece de cáncer de garganta mientras sus captores permanecen libres. Sin embargo, el escándalo de la ZWI MIGDAL tuvo tal repercusión en los medios de prensa de la época, que ese mismo año la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires cierra por Decreto todos los prostíbulos, los que se trasladan a la periferia de la Ciudad.

Al momento de su fallecimiento, Raquel, a quien apodaban «La Polaca» en el negocio de los prostíbulos, había logrado volver a reunirse con sus dos hijos y planeaba regresar a Polonia junto a su familia.