Nueva movida gastronómica en Chacarita en nuestra Comuna 15

Después de Palermo y Colegiales, hoy la nueva movida está en Chacarita, con su particular mezcla de jóvenes recién llegados y vecinos de toda la vida.

Siempre existe un pionero. Así como una vez, casi treinta años atrás, alguien pensó que cruzando Juan B. Justo, en la zona de los PH y talleres mecánicos que empezaba a atraer jóvenes podía haber un público interesante para restaurantes o bares y eso derivó en uno de los circuitos más cancheros de Buenos Aires, y después hubo otro que apostó por Colegiales, otro por Núñez y bajo Belgrano, hace ya un tiempo que tímidamente empezaron a asomar los primeros bares y restaurantes en la zona de Chacarita, en nuestra Comuna 15.

Menos fancy que Belgrano, igual de canchero que Colegiales y todavía más fresco y novedoso que Palermo, el barrio de Chacarita tiene hoy por hoy una movida que vale la visita.

Chiquito y poblado de productoras y agencias, el barrio que limita con Colegiales y Villa Crespo tiene una linda mezcla de jóvenes creativos y vecinos de toda la vida que se ve en las calles y en las mesas de los restaurantes. Del lugar para tomar algo y escuchar jazz a la vermutería reversionada, acá van algunos de los puntos en los que puede realizarse una parada si se pasa por el barrio.

Rita

Silvina Trouilh ya es una especialista en descubrir rincones con encanto: lo hizo en su momento con Caseros, en el boulevard más lindo de San Telmo, y volvió a hacerlo hace dos años cuando decidió abrir Rita, en la esquina de Olleros y Fraga, a la vuelta de nuestra Redacción.

Una entrada, un plato principal y un postre cuestan $ 250 e incluso se puede ir solamente por el principal y una bebida por $ 200 o por una de las pastas, sándwiches o sopas a la carta o por los riquísimos desayunos y meriendas con pastelería casera.

García Castro

Siguiendo el recorrido del mediodía, aunque en una opción take away, el local recién abierto García Castro en Avenida Dorrego al 1300 es uno de los nuevos favoritos del barrio.

Sándwiches, ensaladas y tartas caseras, todo con una impronta gourmet, elaborados y vendidos por sus dueños son la sencilla y efectiva propuesta con la que Lucas García y Rodolfo Castro se animaron a salir a vender al público en el local en el que antes daban clases y cocinaban para los eventos de su catering.

Mordisco

Justo al lado, en la esquina de Dorrego y Loyola, hace un par de años que abrió sus puertas Mordisco. Pionera en el barrio (durante años tuvo el bodegón Don Charlone), Carla Nicastro decidió que a la zona le faltaban opciones de ricas hamburguesas y sándwiches caseros y decidió hacerlo a su estilo.

Tortilla, tartas y wraps son parte de la carta a la que a la noche se le suman algunos de los éxitos de su bodegón anterior.

La Fuerza

Siguiendo adentro del circuito, una cuadra atrás, en la esquina de Castillo y Dorrego abrió sus puertas La Fuerza, una vermutería con aperitivo de la casa y toda la tradición del bar porteño versión remake.

Ideada por un grupo de bartenders y empresarios del vino decididos a darle batalla al boom de las cervecerías, desde enero en esta esquina de Chacarita se sirven y preparan infinidad de vermuts rojos y blancos solos, con soda y tónica o en tragos.

Triolets y octolets con productos de primera calidad y platos clásicos de la cocina española o italiana aporteñados acompañan los happy hour que se sirven dos por uno con una porción de papas a $ 100.

Santos 4040

También dentro del circuito nocturno, aunque menos enfocado en la gastronomía que en la propuesta cultural, Santos 4040 es uno de los lugares que más gente convoca.

Noches de teatro, jam sessions, cerveza artesanal y tragos son parte de la agenda de este espacio increíble de la calle Santos Dumont 4040.

Lekeitio

Lekeitio es un restaurante de cocina vasco-filipina que abrió hace 2 años Shanti Aboitiz, en Santos Dumont 4056. Estadounidense de nacimiento, pero descendiente de una familia de vascos radicados en filipinas, el pilar de la carta de este lugar único es la fusión de esas dos tradiciones.

De la tortilla de papas al contrabando de chipirones (chipirones rellenos de panceta y chorizos), pasando por los nem de morcilla o los roll’n’Lui, los platos que se sirven en Lekeitio se salen de lo conocido.

En poco tiempo, Chacarita fue cambiando su fisonomía y hoy va camino a convertirse en un barrio con sabor gourmet.